CUENTO

Cuento de San Miguel ARCANGEL
PRODUCCIONES CENZONTLE

EQUIPO DE SAN MIGUEL TENOCHTITLÁN

INTRODUCCIÓN
El cuento que ahora tienes en tus manos y que a continuación comenzarás a leer, fue elaborado gracias al equipo de trabajo “Cenzontle”, estudiantes de la carrera de Comunicación Intercultural, del segundo semestre de la Universidad Intercultural del Estado de México, el cual en los últimos meses ha ido recopilando datos e información de la comunidad de San Miguel Tenochtitlán, proporcionado amablemente por algunos de los habitantes de dicha comunidad.
La tarea no ha sido fácil, pero gracias al apoyo de los catedráticos, el trabajo ha ido rindiendo poco a poco frutos, pues ellos nos han proporcionado el conocimiento necesario para poder entender y profundizar en los signos y símbolos que un grupo de personas comparte, en los cuales se hallan sentimientos de pertenencia, emociones y los lazos que cohesionan a un grupo de personas, los cuales progresivamente van construyendo una cosmovisión y con ello una identidad, todo gracias a la comunicación.
El cuento trata sobre Angelito y la curiosidad de saber acerca de la Imagen de San Miguel Arcángel venerada en San Miguel Tenochtitlán, la cual es querida y apreciada por la comunidad católica del pueblo, demostrándolo así en sus danzas, fiestas patronales, mandas, canciones y pirotecnia.
La imagen del Arcángel es una obra de arte muy hermosa, tiene rasgos muy delicados, casi españoles, su vestuario es dorado, ojos y cabello castaño, en su mano derecha porta una espada en acabados dorados y plateados, en la izquierda una cruz de madera y sobre su cabeza se yergue una corona con gemas azules y rojos.
A todas las personas de la comunidad que han ido contribuyendo en este trabajo, solo nos queda por decir gracias y que aquí queda plasmado un poco de su conocimiento, experiencias y forma de ver, entender y vivir la vida, una vida que siempre estará conectado con un ser divino o superior, que protege y bendice. Al cual tiene presente con su frase en mazahua “He tata mizokjimi” que en español dice “Quien como Dios”

Nuestra historia comienza en un pueblito llamado San Miguel Tenochtitlán, es 27 de septiembre del 2014 y ya desde muy temprano las explosiones de cohetes, las fanfarreas de las bandas de viento a su llegada han despertado a muchos pobladores, entre ellos está el dormilón de Angelito.
Angelito de 10 años aun un poco adormilado comprende que todo este alboroto significa que pronto llegara la fiesta de su pueblo, él siempre se ha emocionado, pues en esos días todo se transforma, ya que las calles se llenan de flores, colores y olores, por los dulces típicos, artesanías, adornos, puestos de pan, comida, juegos mecánicos, un sin fin de caras conocidas y ajenas conviviendo con algarabía en la festividad
Angelito ya no puede recuperar el sueño con tanto escándalo pues su casa se encuentra a 3 cuadras de la iglesia, resignado al no recuperar su sueño comienza a arreglarse para ir a la escuela. Angelito es el niño más alto de su salón, delgado, cabello negro, también tiene una sonrisa contagiosa, unos ojos coquetos, es muy brillante, curioso, odia las cosquillas en sus pies y sueña con ser un jugador profesional de fútbol.
Camino a la escuela no puede evitar detenerse a ver los danzantes de matlachines provenientes de Zacatecas que acababan de llegar enfrente de la iglesia, antes para Angelito estos danzantes le causaban mucho miedo, pues ellos por venir de Zacatecas son personas más altas comparadas con los de su pueblo, además los gritos que realizaban eran extraños, ahora los admiraba y hasta disimuladamente movía los pies imitándolos.
Angelito se entretuvo mucho con los danzantes y casi no se percata que faltaban 10 minutos para llegar a clases, cuando observo su reloj ni tardó, ni perezoso comenzó a correr.
Aún así llegó con cinco minutos de retardo, la maestra aun no había llegado, - ¡Qué suerte!- pensó él, la maestra tardo todavía diez minutos en llegar, pidió disculpas y retomó la última lección del día de ayer que era el descubrimiento de América, para Angelito fue un día normal de clases, jugo con sus amigos en el descanso y molestó en clases a su amigo Sebastián, antes de terminar las clases del día, la maestra les propuso a sus estudiantes, -como tarea del fin de semana deben de escribir un resumen de ¿Cómo celebran la fiesta de su pueblo?-, todos pusieron cara de fuchi, dieron las dos, la campana sonó y la escuela vacía quedo.
En esa tarde Angelito comenzó con la tarea para que el sábado y domingo nada le preocupara, y así disfrutar esos días, él pensó y recordó los mementos felices de las fiestas pasadas y de aquello comenzó a escribir, al terminar leyó lo escrito, al finalizar de leer, no estaba totalmente convencido de lo que había escrito,-algo falta- decía, -algo falta- repetía, -pero ¿Qué?, es un trabajo aceptable, y no debería preocuparme ya de tarea, pero siento que algo falta, ¡ya sé!- se dijo a si mismo se levantó de su escritorio y fue en busca de su mamá.
Su mamá se encontraba en la sala leyendo un libro, él se acercó lentamente le pidió que revisara su tarea, su mamá lo hizo y le dijo, -muy bien Angelito, ya terminaste tu tarea-, -si- respondió el niño algo insatisfecho, - sabes mamá siento que algo le falta a mi tarea, no se le falta un ¿Por qué?- llevándose la mano hacia la barbilla y mirando a un costado como si la repuesta estuviera ahí, -ya se le falta un significado, mamá nunca me has contado la historia de esta tradición, solo me has mostrado la superficie los juegos, las carreras de caballos, los bailes típicos y la comida, pero solo eso, ¿Por qué se realiza esta fiesta tradicional? y, ¿Por qué a este santo?, no es que tenga nada de malo este, pero ¿Por qué?-, su mamá de Angelito se quedó callada y mirando a su hijo, sabía perfectamente que Angelito era un niño muy curioso y no estaría satisfecho hasta que sus dudas fueran resueltas,- la verdad hijo mío, no recuerdo muy bien la historia, pero se quién podrá responder a cada una de ellas. Debes de ir mañana temprano a visitar a tu abuelita Marcela, ella de seguro te dirá lo que necesitas saber-.
Al día siguiente antes del mediodía Angelito se dirige a casa de su abuela, la casa de su abuela está hecha de adobe, con techo de teja, pintada con cal, puertas de madera, la casa se divide en una gran cocina con fogón, dos recamaras, un pequeña estancia y un corredor decorado con geranios en macetas de barro.


Su abuelita Marcela con 61 años de edad, a un fuerte y que no aparenta su edad, es de esas mujeres que tiene gusto por la vida, sabe hablar aun en su lengua materna que es el mazahua y lo practica cuando encuentra a sus amigos por la calle, alta, con cabello negro apenas se le asoman unas canas, todo lo mantiene amarrado en dos trenzas, siempre vistiendo vestido, blusa de algodón y rebozo, se halla regando los geranios en el corredor.
El niño entra al corredor y a toda prisa abraza a su abuelita, ella lo recibe con los brazos abiertos y le da un beso en la mejilla, -pero mi bebé, que está usted haciendo por acá, ya tiene una semana que no me venía a visitar-, abrazándolo más fuerte, como si esa semana hubiera sido una eternidad de no haberlo visto; -disculpe, abuelita por no venirla a visitar, pero le prometo que no lo volveré hacer y si vine hoy y tan temprano es para pedirle que me ayude con mi tarea-.-con tu tarea- dijo la abuela extrañada,- pero si no se mucho, nunca fui a la escuela, pero dime a que te puedo ayudar-.
Angelito va por dos sillas a la estancia, mientras su abuelita va a ver los frijoles, Angelito se sienta en una silla y le llama a su abuelita, ella sale de su cocina con un poco de té para ella y el niño,- entonces, dime  en que yo te puedo ayudar mi Angelito-, el niño sopla un poco a la tacita de té caliente y le comienza a platicar acerca de sus dudas.
La abuelita lo escucha atentamente al terminar de hablar el niño la abuelita tomo un sorbo de su té y le dice- mira Angelito la historia que te voy a contar es de la época de los abuelos ya hace muchos, pero muchos años-, -antes de que tu nacieras abuelita-, interrumpe el niño,- si mi hijo antes de que yo naciera, de la época de mis abuelos, no sé en qué año exactamente fue pero todo sucedió una mañana del 8 de mayo-, el niño quedo sorprendido de lo escuchaba.
El niño se sienta más cómodamente en la silla y bebe un poco más del té, la abuelita sigue relatando la historia.- no sé si lo sepas mi pequeño nieto, pero antes por este pueblo en lo que hoy conocemos como “el Puerto” era camino real y se le llamaba así, porque en este lugar pasaban las diligencias cargadas de oro, provenientes de las minas de la ciudad del Oro, estas diligencias tenían que llegar a la estación de tren Flor de María, la cual llevaba todo el oro a la ciudad de México.


Y de regreso estas diligencias se cargaban con alimentos, muebles y monedas de oro para pagarles a los peones de las minas, es por esta razón que el camino real y más por esta zona ocurrían emboscadas en donde las diligencias eran asaltadas.
En uno de esos robos los asaltantes robaron un baúl, el cual creían que estaba lleno de oro pues pesaba y por un orificio de aquel baúl a la luz de la luna observaron que algo brillaba dentro de él, al abrir el baúl encontraron en él una pequeña figura de un ángel, decepcionados los asaltantes decidieron tirar el baúl y su contenido.
Al día siguiente un habitante de la comunidad encontró el baúl y decidió traerlo y avisar a todo el pueblo, para ese entonces San Miguel Tenochtitlan eran apenas las colonias San Andrés y Dolores, dos colonias de las nueve que hoy son, por eso no fue difícil reunir a todos, en una casa se improvisó un altar y se le rezo-.
-Abuelita- interrumpió el niño, - y como era esa imagen, pues solo conozco dos la que mide como igual que mi papá y la pequeña de madera- bueno- apretando la anciana una de sus trenzas-dicen que la imagen pequeña es una réplica exacta, pero ahorita te explico que paso con ella, volviendo a la historia.
Paso un tiempo y vinieron personas al pueblo a recoger la pequeña imagen de San Miguel Arcángel, pero algo extraño paso a la pequeña imagen no pudieron mover de aquel lugar, las personas que vinieron por ella se tuvieron que regresar con las manos vacías y dejar ahí aquella imagen, pues esta imagen había decidido quedarse en este pueblo y se volvió patrono del pueblo, por lo se decidió llamar al pueblo San Miguel.
-Pero abuelita que paso con esa imagen aun no me lo dices-, interrumpió nuevamente el niño ansioso de conocer lo que había ocurrido con esa pequeña imagen y por qué nadie antes le había contado antes tan asombrosa historia.
La abuelita prosiguió con la historia antes de que a su nieto, le diera una ataque de ansiedad, -Se cuenta que la pequeña imagen de San Miguel Arcángel en realidad si era de oro, por temor a que se lo robaran, las personas decidieron ocultar la imagen, y lo que hicieron fue mandar a hacer una imagen de tamaño natural y colocar dentro a la pequeña figura.
La imagen de San Miguel Arcángel esta tallada en madera, es muy hermosa, tiene rasgos muy delicados, casi españoles, su vestuario es dorado, pero en la parte interior de la falda larga se encuentran pintadas algunas flores y figuras en tonos verdes, plateados y rojos, sus alas son doradas y peladas, ojos y cabellos castaño, en su mano derecha porta una espada en acabados dorados y plateados, en la izquierda una cruz de madera, bajo sus pies se encuentra una nube en la cual se asoman pequeñas cabezas de tres querubines y sobre su cabeza se yergue una corona con gemas azules y rojos.
Bueno Angelito esa es la historia de la imagen y por eso se celebra el 8 de mayo que es día que se encontró y el 29 de septiembre que es día de sus cumpleaños, y apúrate mi niño que ya es tarde y no tarda en bajar el nicho-, -abuelita- dice el niño- y cuando me contará la historia del nicho-, - bueno, mi vida esa es otra historia y por hoy ya fue suficiente de mucho cuento, y mejor apúrese antes de que lleguemos tarde al recorrido-.
Y ahí van la abuelita y el niño corriendo a participar a la bajada del nicho.

AUTOR JOSÉ LUIS URBINA CRUZ







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